La etapa de gestación y lactancia de las cerdas es un proceso crucial que requiere un cuidado y atención especial. Las cerdas gestantes representan un elemento clave en la producción porcina, por lo que su bienestar, nutrición y manejo deben ser supervisados de manera rigurosa y adecuada.
La gestación de una cerda “solía” durar en promedio 114 días, esta duración se ha modificado en la actualidad, dando un promedio de 116 a 117 días. La importancia de esto es crucial a la hora de programar partos, ya que unos pocos días más en el útero materno significan, entre otras ventajas, un mayor peso al nacimiento que lleva directamente a un mayor % de supervivencia de los lechones en los primeros días de vida. No solo hay un mayor peso, si no que también esos pocos días permiten tener un cerdo más maduro desde el punto de vista de sus sistemas inmune y nervioso, logrando llegar antes a su glándula mamaria para tener muchas más posibilidades de consumir cantidad y calidad de calostro. Este “alargamiento” de los días de gestación lleva a tener una mayor cantidad de partos los fines de semana, debe evaluarse la posibilidad de cambiar el día del destete para llevar los servicios a los fines de semana y así tener partos durante la semana que hay una mayor disponibilidad de personal en las granjas para la atención de los mismos.
Estos cambios seguramente generen “rechazos” por parte del personal que se encarga de los servicios, pero es la única forma efectiva de lograr mejor atención de partos y evitar altos % de inducción que llevan a tener lechones de menor calidad y capacidad de supervivencia.
Es importante que el día del parto la cerda cuente con energía suficiente para llevar a cabo el proceso. Esto básicamente depende de que se haya alimentado al menos 6 hs antes del mismo. En general las granjas tienden a no alimentar las cerdas el día del parto, esto es un error muy frecuente y las ventajas de tener una cerda con la suficiente energía durante el parto se ven rápidamente. En la actualidad el uso de un programa de alimentación periparto con alta fibra desde el ingreso de las cerdas a la sala de partos y durante la primera semana de estadía permite mejoras importantes en los resultados productivos.
Otra pauta de manejo que utilizan las granjas que tienen una alta performance en sus resultados de partos es la correcta distribución de las cerdas en las salas de parición. Es importante manejar por separado las hembras que tienden a tener problemas durante los partos, por ejemplo, cerdas de 6º parto en adelante, cerdas “gordas”, cerdas con historial de partos problemáticos, cachorras. Por lo tanto, la ubicación en una línea en particular de jaulas de parto para prestar especial atención y cuidados a estas hembras permite mejorar los resultados. Es sabido que la cerda de 6 o más partos tiende a tener partos más largos y mayor cantidad de nacidos muertos, entonces tenerlas “agrupadas” toma relevancia para, por ejemplo, aplicar oxitocina en estas, o realizar maniobras obstétricas por parte de los operarios.
Un error que suelen verse a menudo es un mal llenado de la sala en cuanto a la disparidad de fechas. Es muy poco probable que la semana de partos coincida con la semana de servicios. Si esto no se tiene en cuenta a la hora de destetar la sala completa vamos a tener una importante disparidad de edades en el grupo de lechones destetados.
La sala debe llenarse con hembras que comienzan a parir y terminan de parir lo más cerca posible. La forma de controlar si estamos haciendo correctamente el llenado de la sala es revisar la edad de cada camada al momento del destete. En granjas con capacidad de 21 días de lactancia el rango de edades al destete debería nunca ser mayor a 23 días ni menor de 17 días de edad, si tenemos camadas de 15 o 24 días debemos revisar el llenado de la sala inmediatamente. Esta disparidad de edades al destete va a complicar en forma importante el manejo en la recría (alimentación, inmunidad, etc..) y por supuesto sus resultados en la etapa y en todo el pasaje de ese grupo de animales hasta la venta.
Otra situación que cada vez es más frecuente es el “exceso” de lechones para las tetas disponibles en la sala. Acá debemos definir en primer lugar qué decisión tomamos con respecto a la cuota de montas de la granja, seguir “llenando” las jaulas disponibles en la maternidad o bajar la cuota de montas para tener mayor disponibilidad de jaulas y así poder hacer una redistribución de madres y lechones para que cada lechón tenga una teta disponible (nodrizajes y/o destetes hiperprecoces). Buscando el objetivo de lograr la mayor cantidad de lechones destetados en la semana y según nuestras capacidades técnicas cualquiera de las opciones son posibles, pero también cualquiera de las mismas requiere de habilidades de manejo avanzadas que deben planificarse y ejecutarse con máximo cuidado. El error común en estos casos es mover lechones y no cerdas de sala. Debemos respetar siempre la regla del mínimo o nulo movimiento de lechones después de las 12-24 hs de nacidos.
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